Poemas para Mamá

¡A ti mis respetos señora, señora…!

Nada mejor que este rolón para empezar esta nota. Y ya sé lo que están pensando, “esa rola es muy de tía”, y pues sí, soy una tía y esa canción se la canté a mi abue y a mi mami. Les podría contar toda la historia de este bello tema, pero mejor les ayudaré a inspirarse con algunos poemas para sus mamitas queridas. 

Esta festividad en específico es complicada porque todo está carísimo, todo está lleno o de plano ya no se les ocurre nada para regalarle a sus mamitas queridas. Está de más confirmar que una madre está feliz si sus hijos son felices, pero tampoco hay que dejar pasar el día. Como soy una tía súper cool y en apoyo a su economía, les traigo unos cuantos poemas llenos de prosa, rima y sobre todo mucho amor.

EL REGALO PARA MAMÁ 

Le regalo a mamá

una caperuza roja,

por contarme tantas veces

el cuento que se me antoja.

Le regalo a mamá

una colonia fresquita.

por no soltarme de la mano

cuando me duele la tripa.

Le regalo a mamá 

una chistera de mago,

en la que quepan mis besos

envueltos para regalo.

¿Qué tal? ¿Empezamos bien? 

Antes de continuar, les invito a ir por unos kleenex o tantito papel de baño porque el sentimiento brotará en cualquier momento. Si imprimen estos fragmentos de amor, les sugiero que sea en hojita de color, pónganle brillantina, corazoncitos, etcétera. El chiste es que se vea bien chulo. 

CARICIAS

Madre, madre, tú me besas,

pero yo te beso más,

y el enjambre de mis besos

no te deja ni mirar…

Si la abeja se entra al lirio,

no se siente su aletear.

Cuando escondes a tu hijito

ni se le oye respirar…

Yo te miro, yo te miro

sin cansarme de mirar,

y qué lindo niño veo

a tus ojos asomar…

El estanque copia todo

lo que tú mirando estás;

pero tú en las niñas tienes

a tu hijo y nada más.

Los ojitos que me diste

me los tengo de gastar

en seguirte por los valles,

por el cielo y por el mar…

Este último es de mis favoritos pues plantea majestuosamente una situación tan cotidiana como ir a dormir. No solo sientes cada palabra, también la vives. 

MADRE, LLÉVAME A LA CAMA

Madre, llévame a la cama.

Madre, llévame a la cama,

que no me tengo de pie.

Ven, hijo, Dios te bendiga

y no te dejes caer.

No te vayas de mi lado,

cántame el cantar aquel.

Me lo cantaba mi madre;

de mocita lo olvidé,

cuando te apreté a mis pechos

contigo lo recordé.

¿Qué dice el cantar, mi madre,

qué dice el cantar aquel?

No dice, hijo mío, reza,

reza palabras de miel;

reza palabras de ensueño

que nada dicen sin él.

Ay sobris, no sé si ando muy sentimental, pero me llena el pecho compartir esto con ustedes y saber que al compartirlo con sus mamitas, las harán mucho muy felices. 

Recuerden que si quieren contactar conmigo, pueden comentar en mis redes o echarme un whats, les juro que los leo todos y también les contesto. Si  hay algo que les gustaría leer o saber, pueden decírmelo.

Yo, soy la Tía Betty y es un gusto compartir con ustedes. Los quiero mucho.

¡Hasta la próxima nota! ¡Síganme para más recetas y curiosidades!